La violencia en los recintos deportivos, en concreto en los estadios de fútbol, no es algo nuevo. En el último tercio del siglo XIX podemos encontrar los primeros síntomas en los estadios ingleses. No era una violencia como la actual, consistía principalmente en amedrentar al árbitro. En ocasiones se producían peleas entre bandas o grupos rivales, pero no se trataba de peleas premeditadas u organizadas. Con el paso de los año si se irían produciendo agresiones entre aficiones o incluso sobre los jugadores rivales.
Ya en 1895 las autoridades contabilizan un total de 22 incidencias por desordenes públicos y mal comportamiento en los estadios. Llegaron a producirse enfrentamientos con cuchillos y barras de hierro en los aledaños del campo
.
El vandalismo organizado es un fenómeno relativamente moderno, es en la década de los sesenta cuando empieza a manifestarse el “football hooliganism”, que comprende tanto violencia verbal como física. Las razones principales son:
La crisis industrial: Esta crisis afecta a los más jóvenes, quienes se ven de repente sin trabajo y sin ocupación.
Repercusión en los medios: La propaganda que se hace de los enfrentamientos llama la atención a muchos jóvenes, ya que ven en estos grupos la posibilidad de obtener reconocimiento social.
Como veremos a lo largo de este trabajo la repercusión e importancia que se le dan a estos sucesos en los medios de comunicación, conlleva una mayor adhesión a estos grupos.
El punto de inflexión de fenómeno se produce en 1966 cuando Gran Bretaña organiza el mundial de fútbol. Ya en 1965 se había producido un aumento de violencia, pero con la llegada del máximo torneo los incidentes crecerán en gran medida.
En la década de los 70 empezarán a aparecer grupos como los Mods, Teds, Bootboys o Skinheads. Si intrusión en el mundo del deporte no se produce por el gran interés que este despierta entre sus integrantes, sino por la publicidad gratuita que proporcionan los medios a los ultras. Así pues, miembros de estos grupos comienzan a situarse en torno a los diferentes clubes de fútbol.
Podemos situar la entrada de los skiheads como la causa de mayor evolución de este fenómeno en el Reino Unido. En un principio el uso de la simbología nazi estaba más relacionado con la provocación que con la propia ideología nacionalsocialista.
Ya en estos años empiezan a tomarse medidas para intentar erradicar el problema. Se establecen colaboraciones entre los clubes, se aceptan todas las resoluciones arbitrales, y se realizan remodelaciones en los estadios para que todo el público esté sentado. Otra de las medidas que se tomaron fue la prohibición de introducir elementos peligrosos en el estadio, así pues quedaban prohibidas:
Botas de acero
Peines metálicos
Correas de reloj con pinchos
Paraguas con puntas afiladas
Dardos
Spray
Pelotas de golf, billar…etc.
Los primeros sociólogos que tratan este tema ya apuntan la poca importancia que estas personas dan al fútbol, no les interesa el juego, utilizan al fútbol para tener una asociación, para poder expresar sus ideas, para crear enemigos con los que luchar…etc.
Poco a poco empezarán a darse casos similares en otras ciudades europeas, destacando las ciudades italianas. Casos tan graves como el de Heysel hicieron saltar las alarmas, y provocaron el establecimiento de nuevas medidas para afrontar el creciente fenómeno ultra.
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